Mi primer Sant Jordi


Hasta hoy, había pasado todos los Sant Jordi, diecinueve, esperando que alguien apareciese con una flor para mí. Las únicas flores que había tenido, eran las que regalaba el colegio de primaria como recordatorio del día, así como el instituto. De hecho, en el instituto tenía habitualmente dos. Una por ser alumna y otra por cantar en la coral en este día. Pero esas roas no eran de alguien para mí. Eran un detalle del colegio. Así que yo aprovechaba que las tenía, y se las regalaba a mi madre. Ella tomaba el papel de hombre y me compraba siempre un libro.

Recuerdo que la primera vez que le pedí eso, me compré un libro de Isabel Allende, creo que se llamaba El Dragón de Oro, pero no estoy segura. Lo que recuerdo es que averigüé que ese libro era la segunda parte de una trilogía mientras lo leía, así que nunca lo terminé, esperando encontrar la primera y la última... Una lástima, porque el libro estaba siendo muy bueno.

También recuerdo una vez en concreto en la que me reí bastante. Ese día me compré el libro de "El libro sin nombre", el cual incluso su autor es anónimo, firmado como tal. Era un libro de misterio, bastante bueno también. Yo no lo conocía, lo vi en una de esas preciosas paraditas de Sant Jordi con banderas catalanas que ponen en los pueblos. Al leer la parte de atrás, decía algo de que solo las personas con alma pura podrían leer las páginas de ese libro, así que me propuse divertirme. Leí en voz alta toda la contraportada, estando yo rodeada de ancianitas y una amiga a la que previamente le había contado lo que iba a hacer. Una vez que terminé, ojeé el libro de arriba a bajo, diciendo "Bah, pero que tontería. Si está en blanco el libro, ¿a quien se le ocurre? ¿Es una broma o qué?". Realmente no pensé que lograse nada, pero las ancianitas se apartaron. Al final me lo compré, como he dicho. Y el libro está bastante bien.

El caso es que los años pasaron, los novios pasaron, y yo no tuve flores. Yo fui el chico siempre. El chico para mi madre, y ya está. Y este año, por primera vez, he tenido una.

Luisma me ha regalado mi rosa de Sant Jordi. Estando en Galicia, donde no se celebra. Sin dinero para comprarla, así que ya imagináis como la ha conseguido. La rosa es enorme y preciosa aunque el tallo muy pequeño, apenas he tenido donde ponerla, pero ahí está, preciosa y dándome un poquito de felicidad.

Ahora la tengo encima de la tele, dentro de una mini taza con algo de agua de La Bella y la Bestia, que le viene genial, me temo. No se si haremos algo más hoy, ni si lo pasaremos mejor que los últimos días, pero yo confío en que si, aunque sea a nuestra manera ~

- Veinte años para mi rosa -

Gracias, Güihma ♥.

2 comentarios:

  1. No sabes lo feliz que me hace saber que es importante para ti. Me alegro de haber sido el primero en hacerlo, sé que no es algo digamos "muy importante" pero leer que tú me das las gracias hace ver que para ti algo así es importante y me alegra habertelo podido dar. De verdad, no sabes lo que me gusta poderte dar algo así.

    ResponderEliminar