Fuego.



Tras la adversidad y la casualidad, quise encontrar una luz.

Buscando a la luna, caminé sin rumbo. En mitad de un desierto, encontré algo incierto.
Con reflejos en el rostro, rescaté a ese ser.

Pero la desdicha junto a un mal de ojo, hizo de mi villa puro fuego rojo.
Tras cientos de mares formados de lagrimas, encontré lugares en los que habitar.
Pero en mi mente siempre había algo, recurría a mi al soñar. Un mal sueño.

Estaba corriendo sin rumbo de nuevo, buscaba ese rostro mirando hacia el suelo.
Y me perseguía sin que yo lo viese, pero el me veía aunque me moviese.

El fuego estalló todo a mi alrededor, ardía sin cesar,
no podía escapar, no tenía donde ir, no había solución.
El fuego estalló, todo a mi alrededor, ardía sin cesar, quería terminar conmigo…

Pero tras el fuego, alguien resistente saltó a mi lado, se hizo presente.
Guardó tras su espalda mi cuerpo inocente, y dio el primer paso para ir de frente.

El muro se cayó encima de los dos. Pero yo coincidí justo donde había una ventana y no me dio.
El muro se cayó encima de los dos, pero yo coincidí a salvo y sin ti.

Veía su rostro mirando hacia el mio, con media sonrisa, repleto de frío.
Venía a por mí. Pero había alguien más que me quiso ayudar a escapar.

Estaba corriendo sin rumbo de nuevo, buscaba ese rostro mirando hacia el suelo.
Y me perseguía sin que yo lo viese, pero el me veía aunque me moviese.

Entonces mi hermano me hizo a un lado. Me cogió mi padre entre sus dos brazos.
Cerré los ojos con miedo, noté como saltamos y al caer en el suelo, vi a muchas personas.

Dentro de una capsula… Iría hacia otro lugar…

Tras la adversidad y la casualidad quise encontrar una luz.
Ahora al mirar al cielo, quiero regresar.

Prohibidme cuidar, pues hay buenas acciones que atraen al mal. Y esta fue una de ellas...


No hay comentarios:

Publicar un comentario