Oportunidades.


Las oportunidades que nos da el tiempo, suelen ser infinitas. Pero nosotros siempre estamos muy ocupados lamentándonos de los males y las desaprovechamos. Olvidándonos de sonreírle a lo bueno, como a un abrazo, como a un beso. Sin saber sonreírle a una tarde bonita. Parece que hasta que no vemos el final del camino, no nos esforzamos en que este sea bueno.

Envidio a esas personas que saben y supieron vivir sus vidas tranquilos consigo mismos, felices y haciendo reír a los demás. Envidio todo lo que pensé ser y está siendo otra gente porque por muchas razones yo ya no me veía capaz. Porque desaproveché la oportunidad.

Aunque a veces, un poquito, consigo sentirme bien. A veces consigo salir del dolor y decir "no es para tanto, sé feliz", y pretendo serlo. Me gustaría ser como el sol, anaranjado, con tonos rosa. Como el amanecer, como el atardecer. Ese haz de luz que marca el inicio y el final del día, esos colores preciosos. Me gustaría dar esperanza a la gente, cautivar sus corazones.

Quiero coger esas veces en las que me siento bien, como si todo fuesen cosas "pomposas", blanditas, preciosas, y avanzar hasta el infinito. Quiero pasarme las noches mirando las estrellas, oír sus historias, y las mañanas dándole las buenas noches al sol. Avanzar en los saltos y recordar un pequeño baile, un grito de victoria. Sonreír un poco más para mi.

Crecer, subir, cantar y aun así, no dejar de ser una niña. Seguir. Tener oportunidades.

Quiero aprovechar esta oportunidad, porque creo que mi brazo me va a dejar seguir soñando.
Volver a subirme a un trapecio, volver a dibujar cuanto quiera.
No quiero dejar ir mis sueños.
Gracias, Zach.

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