La miro


La miro porque la quiero.
La miro porque es preciosa.
La miro porque me gusta.

La miro, constantemente, desde la distancia. Y cuando está a mi lado agacho la cabeza avergonzada, buscando el momento de poder volver a mirarla.

Sus manos, tan suaves. Sus besos, tan dulces. Y sus palabras como susurros al oído. Me hacen sentir como en una nube, como en un sueño, uno del que no querría despertar.

En sus ojos veo el cielo y su melena huele a mar. Ella, en sí, es el horizonte, el océano, el viento contra las rocas. Ella, en sí, es el universo y a la vez, un pequeño pajarito que no sabe volar.

Tan grácil, tan ligera, tan hermosa... 
La miro, esperando poder ayudar.
La miro, porque no sé dejar de mirar.

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