Es bonito cuando a veces conectas con alguien. Todo está
apagado, todo es corriente y de golpe algo hace "click" y todo
cambia. Encuentras que puedes volver a reírte de cosas que hacía años que no te
hacían reír. Descubres que sigues viviendo, que no eres inerte como te hicieron
pensar. Y el pecho palpita mientras sonríes, aunque sea gracias a una tontería.
De nuevo tu mente se llena de sueños e ilusiones, de ganas
de hacer cosas nuevas y también ganas de compartir los silencios posando ojos
con ojos y viendo más allá de ellos. Es triste no saber nunca cuánto puede
durar, qué podría estropearlo... Pero las caídas pasadas me han hecho saber que
mejor es no pensar demasiado en ello y disfrutar cada momento.
Y si ahora te sueño y no lo digo no es por miedo ni vergüenza, es porque a
veces todo es más divertido en el silencio, a escondidas, debajo de las sábanas
o girando alguna esquina. Pero qué bien sienta sentirse vivo, que bien sienta
sentir que puedes abrirte, sentir que no hay problemas.
Y aunque siente tan bien en alguna parte de dentro, pesa. ¿Es real? ¿Es mentira? ¿O ni siquiera importa sea lo que sea?
Quizá nunca haya importado y sólo nos interese sentir...
Sentir lo bueno.
No querría verte llorar, no querría verte sufrir, no querría ver como te hundes en la soledad. No querría nada malo para ti. Y ese síndrome de siempre que me hace querer curar las heridas de los demás se agranda cuando siento que son culpa mía, que algo malo pasa, que algo malo he hecho.
Por ahora sólo quisiera abrazarte, conocerte un poco mejor, sentir que puedo seguir sintiéndome viva, saber que lo pasas bien conmigo. Y quizá dentro de muchos años, poder recordar este "click" como algo bonito, como que de verdad conecté con alguien.
Y aunque siente tan bien en alguna parte de dentro, pesa. ¿Es real? ¿Es mentira? ¿O ni siquiera importa sea lo que sea?
Quizá nunca haya importado y sólo nos interese sentir...
Sentir lo bueno.
No querría verte llorar, no querría verte sufrir, no querría ver como te hundes en la soledad. No querría nada malo para ti. Y ese síndrome de siempre que me hace querer curar las heridas de los demás se agranda cuando siento que son culpa mía, que algo malo pasa, que algo malo he hecho.
Por ahora sólo quisiera abrazarte, conocerte un poco mejor, sentir que puedo seguir sintiéndome viva, saber que lo pasas bien conmigo. Y quizá dentro de muchos años, poder recordar este "click" como algo bonito, como que de verdad conecté con alguien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario